Cartas de lectores: Correa robó pero hizo carreteras
En política, esta moral es un conjunto de creencias y actitudes que toleran y apoyan acciones deshonestas
En una conversación política con un vecino, me participó que su voto fue por Luisa porque es correísta. No conoce ni le importa la Revolución Ciudadana, sino el expresidente Correa, quien hizo obras y carreteras aunque digan que robó. Con afán de conquistar su voto le contesté que hay pruebas de que fue sentenciado entre otros delitos porque las carreteras y obras costaron el doble, dinero mitad para el contratista y la otra mitad para él y sus ejecutivos, como Glas, lo cual es corrupción con perjuicio para el pueblo. Me replicó que todas las autoridades políticas han robado en alguna forma.
Le pregunté si haría lo mismo si fuera autoridad y contestó: no puedo decirle mi cargo, mi empleo no es de ejecutivo ni lo será pues soy simplemente uno de los porteros correístas del Ministerio. Insistí: parece que Correa dejó de herencia una moral laxa a sus seguidores. En política, esta moral es un conjunto de creencias y actitudes que toleran y apoyan acciones deshonestas o corruptas de autoridades y políticos, en especial cuando benefician intereses privados en detrimento del bien público.
No entiendo filosofías, contestó, solo sé que en los cargos altos las autoridades roban; yo soy un empleado gracias al correísmo. Esta moral laxa de mi vecino parece general en los seguidores de Correa, tal como expuso el columnista Juan Carlos Holguín el 25 de febrero en EXPRESO con el título: ¿Correa robó para las calles?, repetido como publicidad por la candidata González, con lo que concluyo que ella también es receptora de la moral laxa, herencia del fugitivo R.C.
Nelson Ramos Paredes