Premium

Bernardo Tobar | Identidad nacional

Avatar del Bernardo Tobar

García Moreno, observando la ausencia de fines compartidos, intentó ensamblar una nación con el vínculo religioso, sobre la semilla hispánica

¿Qué identifica la ecuatorianidad? No todos los pueblos que tienen una personalidad colectiva la han construido con similares piezas. En el pueblo judío, por ejemplo, los textos sagrados y la cultura están fundidos. Su origen, historia, el drama de nación elegida, su conexión con la génesis de las principales religiones del mundo, sus batallas existenciales, son fuentes principales de su forma de ser, constante a través de los tiempos, porque en la preservación de esta trascendencia sobrenatural radica su supervivencia. Y hay más que identidad religiosa, pues en la lista de aportes a la ciencia y otros campos destacan nombres judíos.

El griego antiguo se distinguió por su vocación institucional, la ordenación de la polis, el culto a la capacidad argumental y al deporte, y nos legaron la filosofía clásica. La Roma antigua, espiritualmente agnóstica, prolongó durante siglos una cultura guerrera, expansiva. El romano era un conquistador, nacido para gobernar.

La rusa es otra nación con identidad. Pragmáticos, directos, gustan de sus iguales -el Occidente gazmoño los tildaría de racistas-, conservadores en su concepción de Dios, la familia, el género y las relaciones humanas; y en su forma de organización, marcados por el fiasco de sus utopías políticas. España no cabe en una enciclopedia, con su profundidad histórica, su constante celebración del arte y la vida, la marcha infinita y el elevado sentido estético de sus gentes, y una riqueza cultural y arrojo imperial que hizo del español la segunda lengua más hablada del planeta, luego del mandarín. Y también sufragaron guerras, en especial contra sí mismos. Y podríamos hablar del orden, la precisión y la mística de trabajo de los alemanes; del sentido del honor, limpieza y respeto a los demás de los japoneses. Podríamos recordar que en Norteamérica un apretón de manos sella un pacto, en tanto para los asiáticos una firma es apenas un hito en una negociación continua.

¿Qué podemos decir de la ecuatorianidad? García Moreno, observando la ausencia de fines compartidos, enfrentado con el separatismo regional, intentó ensamblar una nación con el vínculo religioso, sobre la semilla hispánica. Pero la religión ha sido expulsada de la cultura, y el mestizaje, base de una identidad posible, ha sido anulado por la plurinacionalidad. ¿Hay materia para un proyecto común de trascendencia? Está por verse.