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Alfonso Albán: Que no nos vean la cara

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No me interesa que el próximo contralor sepa que a Guayaquil se la conoce también como la Perla del Pacífico, me interesa un contralor honesto

Para verle la cara de tonto a alguien se necesitan dos personas: una que se la quiera ver y otra que se deje. Los políticos disfrazados de vocales ciudadanos en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) nos quieren volver a ver la cara a los ecuatorianos, y cuidado nos dejamos. El concurso para elegir contralor general del Estado, independientemente de quién sea el ganador, se teje con algunos hilos de duda y otros que rayan en la ridiculez. ¿De qué sirve que un contralor sepa cuáles son los planetas del Sistema Solar, el nombre del presidente de China, quién fue el autor de la obra literaria Las Cruces sobre el Agua, o quién escribió la letra del Himno Nacional? ¿Es en serio?

¿Nadie cuestiona que la página del CPCCS permaneció caída durante casi 24 horas? ¿Nadie cuestiona el actuar del ahora exsecretario de la Comisión de Selección del concurso, fiel a Alembert Vera, al negarse a avalar la sesión en la que se conocieron los resultados de la prueba escrita porque los candidatos del correísmo al parecer quedaron fuera? ¿Y nadie dice nada?

Que no nos vean la cara los asambleístas electos. Se los eligió para fiscalizar y ninguno ha movido un dedo para al menos cuestionar este concurso y a quienes lo impulsan. ¡Mucho cuidado! Por estar más concentrados en los acuerdos políticos llegarán al pleno de la Asamblea Nacional solo a darle la bendición final a este proceso y habrán perdido la oportunidad de hacer algo al respecto.

¡Ah, cierto! Que no nos vean la cara los jueces de la Corte Constitucional. Se están tomando un extenso y dudoso tiempo para decidir si destituyen o no a todos o parte del CPCCS. Con ello, lo único que hacen es darle más aliento de vida al Consejo liderado por Vera para que siga con este concurso y todo quede consumado.

Personalmente, no me interesa que el próximo contralor sepa que a Guayaquil se la conoce también como la Perla del Pacífico (pregunta, al igual que las otras, que está en el cuestionario del concurso), me interesa un contralor honesto. Que no caiga en las garras de la corrupción. Que se deba exclusivamente a la ley y a los ciudadanos, y no a los intereses de ningún otro poder. Pero claro, a ninguno de los partidos políticos representados en el CPCCS les conviene una persona con ese perfil, que sí las hay en el país, aunque no se atreven a participar. No los culpo, no obstante, en algún momento deberán dar un paso al frente.