Preparar el retorno

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El ministerio rector del sistema ojalá que lo diga a tiempo para que la medida no tome a nadie por sorpresa y se preste para una ola de descontentos y reclamaciones de las familias.

Aunque aún resulte prematuro entre nosotros hablar de una vuelta a clases presenciales, tanto por el temor al rebrote como por el síndrome de Kawasaki, que como secuela del COVID- 19 dicen que ya se encuentra entre nosotros y que ataca preferentemente a los niños, es claro que con tiempo y calma debemos comenzar a construir las sugerencias, acciones y protocolos a seguir para el reinicio de la clase en el aula.

Acaso para el desconocedor de las técnicas y metodologías pedagógicas no existe diferencia entre una y otra modalidad, pero es claro que la educación virtual y la presencial, si bien comparten objetivos comunes, tienen claras y diferenciadas estrategias y metodologías que deben ser cultivadas y tratadas de manera adecuada; por tanto, en el profesor, cabe pensar en un cambio de criterios y actitudes para manejar una u otra alternativa.

Si en lo académico hay diferencias sustanciales que deben ser contempladas para que las clases funcionen, también en lo administrativo o en la transportación hay problemas y circunstancias que cubrir con anticipación. Por ello sería importante que ese retorno a clases sea anunciado al menos con un mes de anticipación, para organizar y regular un adecuado reingreso.

Protocolos de recepción y despedida de alumnos a la entrada y salida, uso de baños, movilización dentro de la infraestructura, ubicación de pupitres y ordenamiento de la clase, tienen que ser contemplados a fin de preservar la distancia social y obviar la posibilidad de contagio.

De igual manera, el transporte que no se ha utilizado en lo absoluto tendría que ser recién organizado, con la dificultad de estar a medio año y posiblemente con no todos los vehículos a disposición.

En fin, lo que pedimos es que la vuelta a clases no sea una disposición dada de la noche a la mañana o un impronto que anuncie la reapertura. El ministerio rector del sistema ojalá que lo diga a tiempo para que la medida no tome a nadie por sorpresa y se preste para una ola de descontentos y reclamaciones de las familias.