Abelardo García Calderón | ¿Por qué otros caminos transitar?

Es necesario corregir el error y retomar los colegios técnicos y tecnológicos
Nunca falta el alumno acucioso que lanza una pregunta. Había leído un artículo anterior y me preguntaba: ¿cuáles son los otros retos que se podrían asumir con esa nueva inyección presupuestaria dentro de nuestro sistema educativo? Por eso, hoy retomamos la idea para señalar aspectos que se podrían también trabajar.
Lo menos en lo que se debería invertir es en construcción: tarda y se requieren rápidas soluciones. Es más, habiendo tantos locales cerrados en nuestros barrios, debería legalizarse un nuevo modelo. Sin duda, congregaciones, iglesias y ONG estarían muy dispuestas a reabrir, concesionadas por un Estado que cubra sus presupuestos. Obviamente, el asunto requeriría legislación para poder concretarse.
La educación inicial es casi inexistente en el sector público, y ahí podría abrirse una frontera inmensamente importante para el desarrollo de la inteligencia de nuestros niños, una que hoy no se trabaja.
La capacitación docente debería ser otra batalla a perseguir. Debería iniciarse con el pago de becas para estudiantes que quieran ejercer la educación, reparando así el daño que se hizo al disminuir a la mínima expresión las facultades de pedagogía.
Al mismo tiempo, implementar un sistema más severo y profundo de la selección del educador, sin miedo ni temor a seleccionar, discriminar o escoger a los mejores en todos los sentidos, pues a ellos les estamos entregando mentes y corazones en proceso de formación.
Es necesario corregir el error y retomar los colegios técnicos y tecnológicos. No debemos seguir pensando que la academia es el único destino de nuestros estudiantes, considerando que no siempre todos tienen el perfil del teórico, investigador y profesional.
Existen preferencias prácticas que estamos desperdiciando y que deben rescatarse para dar a los jóvenes trabajo rápido y empleo, y la oportunidad de ingresos económicos, a veces tanto o más importantes que los que brindan profesiones liberales.
Colegios agrícolas, tecnoindustriales, informáticos, docentes y más, se requieren con urgencia, al igual que retomar la supervisión y los controles académicos.