Vivir en paz es posible, si lo desean

La diferencia entre ciudadano y morador de un sector es: el primero conoce las leyes y las cumple; el segundo puede o no conocerla pero no las cumple y vive porque el aire es gratis. Existen dos ordenanzas municipales sobre manejo y tenencia responsable de animales: al pasear a los canes, el dueño debe llevarlos con collar y cadena para evitar ataques a personas u otras mascotas a su alrededor y por seguridad de los perros, impidiendo que salgan en veloz carrera y sean atropellados. La otra, la recolección de las heces de perros por sus dueños cuando defecan en las calles. Ayer vi una señora paseando -sin collar y cadena- a dos perros pitbull, los cuales casi despedazan a los gatos de mi vecina, que estaban en las afueras de su casa; gracias a Dios no hubo lesiones pero sí mucho susto. De forma educada le recordé lo dispuesto por la ordenanza municipal sobre tenencia responsable de mascotas y su respuesta fue: “la alcaldesa ni nadie me manda a mí ni a mis perros y además ya mismo se va”. Los animales se retiraron dejando sus popós en la calle.

La Alcaldía de Guayaquil debería socializar la obligatoriedad de cumplir con lo dispuesto en dichas ordenanzas, ya que la vida de cada animal vale y mucho más para su dueño. Guayaquil es una ciudad y no isla desierta para que algunos hagan lo que les dé la gana, perjudicando a terceros.

Ec. Marysol del Castillo