Leí el artículo de la periodista Nelly de Jaramillo, pidiendo al Departamento de Áreas Verdes cumplir con el ofrecimiento, pues se necesitan más áreas verdes en la ciudad. Ella dice que la fresca sombra de los árboles, en los parques y zonas verdes de las ciudades, proporcionan una delicia incomparable. Asimismo, el señor Florencio Compte Guerrero, que escribió en diciembre pasado, cuestionó a la directora Municipal de Áreas Verdes de Guayaquil sobre la falta de estos pequeños pulmones para Guayaquil, que mejoran el medio ambiente.

Después de leer el artículo del señor Compte, escribí en su momento, lo que él afirmaba: que esta ciudad no es para los peatones, sino que más bien está diseñada para los vehículos.

Los que vivimos en Urdesa Central, principalmente en las intercesiones de Circunvalación Sur entre Ilanes y Jiguas, acera norte; y Acacias, Bálsamos, todas las peatonales están inmundas, las jardineras descuidadas, son basureros.

Urdesa se podría convertir en una ciudadela verde con solo arreglar las peatonales y hacer responsables a los que viven en esos frentes de regar las plantas y mantener la peatonal limpia. Eso corresponde a quien se estima y considera que su entorno debe ser agradable.

Laura Gómez Serrano