¿Por qué la urbe no apunta a ser Medellín?
Sin los cambios que a gritos pide el pueblo ecuatoriano, no soñemos en convertirnos en una ciudad moderna como es Medellín
Es la pregunta que nos hace Diario Expreso, no solamente a la urbe porteña, porque el mal que nos aqueja es para todo el pueblo ecuatoriano, preocupado por el acecho de la maldad y la corrupción que nos enferma sociológica, cultural y económicamente.
De acuerdo a mi modesta capacidad de pensar, esta grave situación seguirá en aumento si las autoridades que tienen que ver con la seguridad social no ponen mano fuerte; asambleístas, jueces, gobernadores, alcaldes no son cambiados mandándolos a su casa para que sientan en carne propia lo que el pueblo sufre.
Tenemos los casos de rufianes, malandrines, delincuentes, terroristas, sicarios, que cuando se les quiere aplicar la ley por delitos cometidos, inmediatamente aparecen los defensores de los derechos humanos, abogados y politiquería que por intereses creados se prestan con artimañas para tergiversar la ley.
Sin los cambios que a gritos pide el pueblo ecuatoriano, no soñemos en convertirnos en una ciudad moderna como es Medellín; pensemos que pueden convertirnos en otra Venezuela, con sus millones de emigrantes, o en otra Nicaragua, con la Iglesia católica perseguida y su obispo en la cárcel.
Luis A. Freire Rodríguez