Tránsito y transporte urbano

Hay avenidas como la Antonio Parra V., José M. Egas, Rodrigo Icaza C., Isidro Ayora, etc., a las cuales los conductores las consideran autopistas

El transporte urbano ha retrocedido a décadas anteriores debido al caos y arbitrariedad del servicio que debería ser controlado por la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM), que brilla por su ausencia, especialmente al norte de la ciudad, como Alborada, Garzota, Guayacanes, Sauces, Samanes, etc., pues los transportistas no respetan los paraderos, que son usados por vehículos particulares para estacionarse o circular indebidamente. Nuestra ciudad parece un país africano y no una urbe moderna y civilizada, porque lamentablemente las autoridades más se preocupan por las reelecciones que por mantener el orden para servir al usuario. Hay avenidas como la Antonio Parra V., José M. Egas, Rodrigo Icaza C., Isidro Ayora, etc., a las cuales los conductores las consideran autopistas, circulando a más de 70 kph, ignorando a peatones o ciclistas, con el peligro de graves accidentes, sin controles ni radares o reductores de velocidad que debería haber en la mayoría de las intersecciones. Igualmente, las líneas urbanas denotan un caos, sin horarios o turnos fijos, pues a veces circulan muy seguidos o sencillamente cuando les da la gana, por lo que en resumen Guayaquil parece estar presa de la anarquía en el tránsito y transporte urbano.

Ab. Jorge Chambers Hidalgo