El viernes almorcé en un restaurante chino, el cual siempre tiene gran afluencia de clientes, pero aun por San Valentín había pocos clientes. Pregunté al mesero la razón de la ausencia de comensales y me respondió: el coronavirus. Alguien a mi izquierda se incluyó en la conversación y dijo: las plagas salieron desde que “el ideal” se fue de Ecuador.

Mientras esperaba mi pedido analicé la similitud de influencia existente entre el temor y rumor para manipular a la población. Con el primero, el Gobierno a través de los medios de prensa ha comunicado la no existencia de casos registrados con dicha enfermedad, entonces ¿por qué actuar así? Las respuestas: poca credibilidad del Gobierno, la imparable labor de infointoxicación de partidarios políticos en pro del amante de la eternidad y cómo la transferencia de culpa es más rápida que la luz para ganar adeptos de escaso conocimiento.

El segundo hará en el último trimestre del 2020, que organizaciones políticas disparen su artillería sobre partidos disfuncionales para lograr su desaparición mercado-electoral, crearán nuevos líderes, lavarán pasados personales o jubilarán a los poseedores de pasados ahora impresentables, etc.

Sufragar por temor o rumor es empujar al Ecuador al abismo contigo y tu familia a su lado. No lo permitas.

Ing. Isabel de Cordovez