Sevilla a juicio

La mínima vergüenza exigible a los cristianos, si aún queda alguno ahí, sería rebelarse contra la Semana Santa

El alcalde de Sevilla, del PSOE, expresó su vergüenza por tener el barrio más pobre de España. Se quedó corto: Sevilla tiene tres de los cuatro barrios más pobres del país, desde tiempo inmemorial, como hace el que la desgobierna el PSOE. Y que ha permitido, hace pocos meses, que la estatua de Jesús del Gran Poder visitara esos barrios. El milagro ha sido que, visto lo que Él sufría, se han resignado a seguir así, en vez de reclamar sus mínimos derechos humanos, más conculcados ahí, estadísticas oficiales en mano, que en ninguna parte. La mínima vergüenza exigible a los cristianos, si aún queda alguno ahí, sería rebelarse contra la Semana Santa, de la que participan hoy, para mantener ese sistema explotador -como en mi ignorancia franquista también un día yo- incluso "nazarenos" ateos, y que cada año celebran los de arriba con una monumental Feria, a la que permiten acceder a los más resignados de los de abajo. A los socialistas, no demasiado cínicos y embusteros, en vez de lanzar lastimosos quejidos estilo saeta, toca cambiar ya esa injusticia máxima, que merecería que se les llevaran en bloque a los tribunales de Justicia, si esta no estuviera tan corrompida por ellos mismos. Así se desmontaría ese tan perfecto y sacrílego sistema de explotación del pueblo andaluz, cuya máxima expresión se encuentra en su capital, Sevilla. 

Martín Sagrera Capdevila