¿Será esta la última oportunidad?

El coronavirus ha puesto a la tierra al revés, es decir, como debía estar sino hubieren aparecido los ambiciosos ‘líderes’...

Está claro que la naturaleza nos brinda una oportunidad, aún a sabiendas de que no la aprovecharemos. Si vemos la triste realidad, madre natura no ha requerido de bombas, misiles, ni de una simple pistola, solo dejó de mala gana que la estupidez del hombre invente un minúsculo germen inoculado a un ser vivo y este le sople en la nariz al vecino.

Los humanos, aterrorizados, dejaron vacíos aeropuertos, trenes, iglesias, escuelas, estadios, playas, cines, muelles, campos y ciudades y se escondieron esperando un milagro.

Los animales husmearon esta realidad y sin temor alguno recuperaron su espacio y empezaron a pasear por las calles; el cielo se hizo más claro, el agua más limpia, la basura más escasa, los nevados más fríos, el esmog en retirada y la Venecia sin calles.

Como natura sabe que por el oro negro se matan, inventando las guerras, dejó que lo sigan extrayendo hasta no saber dónde almacenarlo y su precio llegue a cero. Los acreedores también están asustados porque no saben a quién fiar la plata al interés que sea, pero están seguros de que habrá algún ecuatoriano que ‘no se haya dado cuenta’ y les pague 300 millones en plena crisis.

El coronavirus ha puesto a la tierra al revés, es decir, como debía estar sino hubieren aparecido los ambiciosos ‘líderes’ y los osados ladrones que, en mayoría, viven a plenitud, mientras que otros, rumiando su impotencia, corren acobardados por el mundo dilapidando la plata ajena.

Dr. Carlos Mosquera Benalcázar