¿Será un festival el próximo proceso electoral?

Ahora eso ha variado. La crisis política es resultado del abandono moral y ético.

Ya se inició el próximo proceso electoral. Será una fiesta democrática según los integrantes del CNE. Es un festival con los mismos directores de orquesta, los bailarines de siempre y con gastos pagados por un pueblo empobrecido. Es muy probable, dada nuestra historia republicana, que los electores asistan a votar por otros cuatro años su sentencia de atraso, miseria, escarnio y muerte. ¡A fortalecer nuestra frágil democracia !, dicen los más ardientes promotores de las elecciones, aquellos que nunca pierden; sea quien fuere el triunfador, estarán bien representados. Es asunto de poder. Este nuevo proceso electoral confirmará la tendencia de descomposición de la institucionalidad democrática. Las figuras más visibles que se han presentado son casi los mismos que se han venido repitiendo como candidatos en las distintas instancias de elección popular. Pero, además, y esto es muy delicado para nuestra democracia, se han inscrito figuras con antecedentes de estar siendo investigadas y judicializadas por corrupción. Nuestra democracia va en claro retroceso y en caída libre. Años atrás hasta para ser un simple dirigente gremial, en los estatutos de esas organizaciones se establecía como requisito no tener cuentas pendientes con la justicia y no haberlas tenido en el pasado. En la misma ciudadanía había un cierto rechazo para elegir a personajes involucrados en problemas legales. Ahora eso ha variado. La crisis política es resultado del abandono moral y ético.

Eco. Mario Vargas Ochoa