Me permito exponer que desde hace dos décadas aprox., y a pesar de las continuas denuncias presentadas, hay un establecimiento que desarrolla sus actividades en zona residencial, y continúa operando, sin importarle en lo más mínimo el dolor y sufrimiento de los habitantes que tienen sus casas a escasos diez metros, irrespetándose nuestros derechos más elementales establecidos en la Constitución, como tener un hábitat seguro y saludable.

Dicho local no cuenta con regularización ambiental y donde funcionan las canchas es zona residencial B (decibelios permitidos entre 50 a 55). Por estas causas, el director de Ambiente recomienda suspender las actividades de este establecimiento hasta contar con los permisos ambientales, recomendación que no se ha cumplido. Presento informes, fechas y lugar específico sobre la ubicación del local, con la confianza de que las autoridades municipales competentes protejan a los moradores que vienen padeciendo tales ruidos, malestar que se prolonga hasta la 1 de la madrugada, impidiendo dormir las horas necesarias y como consecuencia directa, la salud se deteriora cada vez más, habida cuenta de que en esta zona residencial moran adultos mayores, estudiantes y niños.

1. Ángel Campoverde G.