Existe gran queja de los moradores de distintas ciudadelas y del centro de la ciudad. Los emprendedores tienen todo el derecho de promocionar sus artículos para venderlos, pero deben respetar a sus semejantes. Al poner los equipos de sonidos a alto volumen perjudican la salud de sus semejantes, más que todo a niños y tercera edad. Cada semana exponen sus artículos en los parques; está bien, pero deben respetar al pueblo que los compra. En los barrios, los comerciantes ambulantes promocionan toda clase de artículos comestibles, agua, tanques de gases, con su equipo en alto volumen y con ello traen enfermedades del oído. Las autoridades, como siempre, sordas y mudas.

Gualberto Arias