Un tiempo de reflexión

Recordar siempre lo positivo de nuestra vida y enmendar nuestro comportamiento pasado con base en las experiencias que nos han hecho madurar y crecer día a día.

La Cuaresma nos invita a la reflexión, a cambiar de forma de vivir, siempre pensando en prepararnos para la Pascua del Señor y en todo tiempo recordando que sin Dios no somos nada; lo que representa “el montoncito de polvo” en un plato que puso en la frente el sacerdote en el Miércoles de Ceniza”. Lo más importante en esta Cuaresma presente ante nosotros en los evangelios es estar dispuestos a vivir como Dios espera que vivamos, siendo sinceros con nosotros mismos en medio de la familia, el trabajo, amigos, vecinos, es decir, con nuestro prójimo. Recordar siempre lo positivo de nuestra vida y enmendar nuestro comportamiento pasado con base en las experiencias que nos han hecho madurar y crecer día a día.

Martha Reclat de Ortiz