Un proyecto sano para salvar el deporte

Un precepto sagrado que todo marco constitucional garantiza es la igualdad de los ciudadanos ante la ley, lo que incluye a personas jurídicas. Históricamente la realidad ecuatoriana desbordó este precepto a vista y paciencia de las autoridades y por resignación ciudadana. La Ley del Deporte vigente tras varios años de penosos desgobiernos y falta de institucionalidad deportiva, advino como panacea para los males del deporte ecuatoriano y su organización. Hoy que se requiere cambiarla para transformar el deporte, es una excelente noticia conocer sobre un proyecto que presentó el asambleísta Marcos Molina, para que no persistan más casos de injusticia, como el irrespeto al art. 381, inciso segundo de la Constitución, que establece la distribución equitativa de recursos estatales a favor del deporte formativo y alto rendimiento. Esta disposición es letra muerta; el Ministerio del Deporte no la hace cumplir. Y todavía mueven sus tentáculos los herederos del intervencionismo en el deporte. Ejemplo: el “trabajo sucio” que le hicieron a Danilo Carrera D. para que no regresara al Comité Olímpico Ecuatoriano, en complicidad con autoridades nacionales e internacionales. ¿Cómo puede esto quedar en silencio, y los latisueldos del presidente, tesorero y secretario del COE? Estaremos vigilantes para que no existan más privilegios ni discrecionalidad en el deporte nacional, y que la nueva ley acabe con tales abusos. ¡El presidente Lasso y la Asamblea tienen la palabra!