Problemas tras problemas, sin definiciones

¿Por qué en nuestro país no se resuelven de manera tajante? Siempre las resoluciones son a término medio. ¿Será acaso, no por costumbre, sino por vicio, el cuestionar cualquier solución que se presente e incluso las que presentan de manera anticipada antes que estas se plasmen u oficialicen? El resultado: no se actúa con eficacia ¿Qué es lo que nos hace dudar de las posibles soluciones? La desinformación. Sin información precisa y suficientemente creíble, irremediablemente nace la controversia, la cual hasta cierto punto es fructífera, pero eso de hacerlo por “quítame esta paja”, es inoficioso. Las medias verdades o la mentira entera, que muchos toman como una expresa realidad, motiva que observemos y leamos opiniones sesgadas o escuchemos comentarios repetitivos, elementos fofos sin la consistencia substanciosa que no proviene del estudio o análisis de tal o cual importante situación.

La mentira cumple su encargo: propiciar que se cometan errores y que algunos queden férreamente posesionados bajo el manto de la credibilidad. Con embustes se cree que se obtendrán éxitos, pero efímeros, ya que al pasar horas, días, semanas o años, nos salen caros, porque luego los pagamos en cuotas que se desglosan en desempleo, alza del costo de servicios básicos, irrisorios sueldos y salarios, ventas de activos del Estado, etc. Y en ese trajinar por los vericuetos de las malas decisiones y postergaciones irresueltas, llegamos a intrincados laberintos de corrupción: Asamblea Legislativa- (carné para discapacitados, diezmos, tráfico de influencias); dilación de impugnaciones presentadas al CNE; deuda externa, minería, petróleo, refinerías, IESS, Isspol; altos interese bancarios; evasión de impuestos; presidios (extorsión armamentos), femicidio, sicariato; tráfico y drogadicción; una larga lista de cuestiones que por años no encuentran final. Como emblemático: el dragado del río Guayas. ¿Será por aquello que estamos calificados en alto índice como país atrasado y corrupto?

César Jijón Sánchez