El presidente tiene que decretar la disolución de la Asamblea y llamar a consulta popular

Los asuntos importantes que la Asamblea no atina a emprender tienen que ser consultados a la ciudadanía; es el derecho de decidir

La falta de fortaleza del Legislativo es por incapacidad, así vemos parlamentarios leyendo los discursos que otros les hacen; deberían contratar locutores para que se los lean bien. Aunque es verdad que tiene constitucionalmente un papel muy restringido y el presidente ocupa casi todo el espectro político, la Asamblea se limita fundamentalmente a ser el espacio de la representación de intereses de los partidos o movimientos políticos. La gente tiene ideas equivocadas de cómo se debe conducir un Estado. Particularmente en el ecuatoriano, sus órganos o funciones son independientes y autónomos, sin embargo, al presidente de la República siempre lo responsabilizan de sus desaciertos. Le piden soluciones, sin tener en cuenta que el Ecuador actualmente no vive en dictadura. El desastre y anarquía de la Asamblea Nacional deben ser resueltos, y el presidente Lasso tiene la facultad de disolverla de acuerdo al art. 148 de la Constitución de la República; le aumentaría el 30 % de aceptación. Los asuntos importantes que la Asamblea no atina a emprender tienen que ser consultados a la ciudadanía; es el derecho de decidir. La mayoría actual de la Asamblea ha emprendido las destituciones de asambleístas solamente mujeres; eso es sexismo. No debemos andar con paños tibios, es perspectivo y perceptivo que la oposición tiene en la mira a Carondelet. 

Ab. Franklin Lituma Manzo