“Las playas para los bañistas”

He buscado en distintas fuentes los presupuestos consolidados de Sta. Elena, Salinas y La Libertad, pero no ha sido posible. En turismo todos debemos participar: pueblos, comercios, hoteles, restaurantes, comedores, bares, discotecas, brindando servicios pertinentes. Estos ingresos no han sido utilizados en la proporción que tendría que haber servido para el desarrollo o progreso de esa provincia. Quieren ganar invirtiendo lo menos posible en las localidades y en los pobladores de los que se sirven. El entorno polvoriento es una invitación “al no regreso”. 

Se culpa a los visitantes, a la fuente de sus ingresos. Las soluciones serían: dotación de baterías sanitarias, no menos de veinte. Dos mil o más tachos grandes para basura. Contratar empresas o personal para permanente limpieza. Guardias privados para cuidado de pertenencias de viajeros en las playas. Exponer a la empresa encargada del cobro de peaje que el destino final de la carretera son los balnearios y están en la obligación moral de contribuir con el ornato de esas comunidades. Conformar una comisión que haga cumplir los precios legalmente establecidos. Organizar a vendedores informales, acondicionar áreas para uso exclusivo de masajistas y peinadoras. Los culpables de lo que viene sucediendo en los balnearios son los que solo lucran del turismo sin aplicar mejoras en estas poblaciones.

César Antonio Jijón A.