La ONU, los refugiados y el espacio

Si la ONU a través del programa Objetivos de Desarrollo Sostenible tuviera como meta prioritaria disminuir la pobreza y pobreza extrema del planeta en solo 50 % y no su eliminación, ya sería un reto difícil de conseguir para 2030; aún no se controlan las crecientes migraciones de personas en situación de miseria en todo el mundo por hambre, inseguridad, muertes indiscriminadas y destrucción de ciudades y poblados rurales por guerras intestinas y de países vecinos. Y sigue creciendo el armamentismo global en el primer mundo, que mira de reojo la catástrofe. En toneladas, los alimentos se desperdician por cercanía de caducidad y/o sobrantes de restaurantes y hoteles que prefieren tirarlos al basurero. Libia, Afganistán, Siria, Yemen, Palestina y Venezuela son unos ejemplos. Mas los países ricos y poderosos continúan con su producción y venta frenética de armas, cuidando que no baje su PIB. Su poderío crece al ritmo de las desigualdades e injusticias, y se esmeran en desarrollar cada vez con mayor énfasis su demencial carrera espacial con enormes gastos que crecen cada año esperando encontrar vida en otros planetas. Ahora anuncian “llegar Marte, quizá con la esperanza de esas élites de escapar de esta tierra que están destrozando y de sus pueblos cada vez más violentamente discriminados o para desterrar a tantos hambrientos desplazados y terminar con los refugiados. Al club de países espaciales se ha unido hace poco tiempo India, donde el 50% de su población vive en miseria, de hambruna, marginación y galopante desnutrición infantil.

Ing. Jorge Nazri