Nuestro país necesita un cambio urgente

Según entendidos como el FMI, el promedio de crecimiento global el próximo año será de 3,2 %. América Latina crecerá 0,6 %; Asia 6,2 %, África subsahariana (al sur del desierto del Sahara) 3,4%; Medio Oriente, norte de África, Afganistán y Pakistán, 3,4 %. Es imperdonable no averiguar por qué América Latina crecerá poquísimo con relación a naciones en continentes que años atrás estaban en condiciones de subdesarrollo. Los asiáticos han creado una meritocracia educativa en que los estudiantes estudian cada vez más y mejor; en América Latina la calidad educativa se está quedando atrás. Se habla cada vez más del pasado y demasiado poco de los innovadores del futuro. Los asiáticos viven guiados por el pragmatismo y obsesionados por el futuro; los latinoamericanos por la ideología, obsesionados por el pasado. El periodista Andrés Oppenheimer de CNN lo ilustra: en los billetes de Latinoamérica vemos gráficas que muestran que veneramos próceres del pasado; los asiáticos veneran a los innovadores del mañana con gráficas de una universidad y la palabra Educación. En Ecuador la educación está por los suelos y para crecer, la clave del progreso, será urgente un cambio radical en el pénsum y en la Constitución actual, diseñada para someter a un pueblo al atraso, como ocurre en países de Latinoamérica con gobiernos esclavizantes de sus pueblos. Que cambien los gobernantes, que no gasten como lo hizo el correísmo, dejando deuda mayor al presupuesto del Estado, despilfarro, corrupción, obras innecesarias y con sobreprecio, que serán pagados por el pueblo. Los que hoy reclaman con vehemencia fueron acólitos del correísmo.

Arq. Rodolfo López Osorio