“Que no se hunda el barco de la esperanza”

Actualmente todos los políticos que por una u otra razón están bajo la mirada de la justicia -y que indudablemente han actuado de manera dolosa como parte de es os 10 años de infierno que tuvo el país por el anterior mandatario y que negativamente terminó con nuestra tranquilidad, tanto económicamente como en la pantalla que representa ante los demás estados del mundo, y su consecuente alejamiento económico para los negocios que con ellos se realizan-, señores cuya mayoría ya salió corriendo a otros países o se encuentran en la cárcel, dicen ser “perseguidos políticos”, como si esto fuese un blindaje contra los actos cometidos.

El desconcierto que el pueblo ecuatoriano tiene en los actuales momentos se debe a un estado gubernamental obediente. No sabemos en realidad quién manda en este país, ya que estamos viendo a las mismas caras del gobierno anterior, que abiertamente se exhiben ante las cámaras como parte del barco de salvación que ellos mismos hundieron.

La delincuencia rampante en todo el país ha sido reforzada ahora con extranjeros que vienen huyendo de otros países por diferentes motivos que al Estado no le interesa conocer.

Solo nos queda pedirle a nuestro Dios que nos proteja y nos ayude para que el barco de la esperanza no se acabe de hundir; más bien que sus tripulantes trabajen para protegerlo y no terminarlo de hundir.

Ing. Édgar Diminich