Guayaquil parece ser la Venecia del Pacífico
La solución del problema se iniciará cuando los administradores entiendan esta realidad.
A propósito de la estación invernal y como es usual en esta época del año, Guayaquil es sometida a inundaciones cuya magnitud depende de la intensidad y duración de la lluvia que cae, de las condiciones precarias en que se encuentra el sistema de alcantarillado pluvial por falta de mantenimiento u obsolescencia, las condiciones de la marea durante el evento de lluvia, etc., lo que ocasiona un caos total, donde la urbe por momentos parece la Venecia del Pacífico.
Más allá de lo que sabemos que ocurre de manera cuasi anual en nuestra querida ciudad, es necesario crear conciencia acerca de que estas inundaciones son causadas por eventos fluviales, pluviales, por las mareas o combinación entre ellas.
Estando la ciudad en el estuario del río Guayas, la frecuencia de inundaciones no se reduce al simple hecho de las lluvias que caen directamente, sino a la interacción existente entre el agua que baja por los ríos, los procesos de erosión y sedimentación del río Guayas y la influencia de la marea, agravados por el sobrecalentamiento global.
En el contexto del calentamiento global, la comunidad internacional creó el Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático IPCC (2007), el cual, en agosto del 2021 evaluó que en 2040 la temperatura global se incrementará en 1,5°C en todos los escenarios, lo que producirá en las costas de América del Sur una sobreelevación del nivel del mar, cuya predicción media para 2050 varía entre 0,35 y 0,40 m., el que se constituye en el primero de una serie de estudios que, por el momento, significa la primera revisión importante desde aquel que publicó en 2013, en la que sitúa a Guayaquil en el cuarto lugar de las ciudades con más riesgo de inundaciones como resultado de la elevación del nivel del mar.
En tal virtud, la minimización de las inundaciones de la ciudad debe considerar la influencia de cada uno de los parámetros que inciden en dicho fenómeno a efectos de establecer, de manera planificada, las obras que deben implementarse a corto, mediano y largo plazo.
La solución del problema se iniciará cuando los administradores entiendan esta realidad. De lo contrario, Guayaquil estará prácticamente sumergida a mediano plazo, y será, sin lugar a dudas, la Venecia del Pacífico.
Jacinto Rivero Solórzano