Empleados afectados por virus en periodo de cuarentena

Reanudar las actividades indiscriminadamente alargará la implacable acción del mortal virus.

Al parecer, los rezagos de la mordaza a la prensa por informar la realidad que nos aflige, sobre todo a la provincia del Guayas, por la pandemia del coronavirus, no han cesado. Felicito al diario Expreso por su accionar y no arredrarse ante amenazas.

En días pasados me publicaron una carta donde pedía que se transparenten cifras, porque había palpado la realidad, al hacer trámites de defunción en un cementerio. Los días posteriores fueron peores. Familiares y amigos, aun teniendo separados lotes hace años, han esperado casi una semana para su sepultura.

Hoy un primo, fallecido por coronavirus el 1 de abril, recibió recién sepultura. Los cementerios deben trabajar las 24 horas por esta emergencia. Los que han sido afectados por el virus, no siempre presentan síntomas uniformes, pero a otros claramente se manifiesta como COVID-19.

Muchos, al inicio, consideraban que fueron afectados por gripes raras. Los jóvenes están sorteando los estragos. Pero a los mayores, unos sucumbieron y otros, al borde del precipicio.

Los tratados en casa y los que fallecieron ahí, no forman parte de las estadísticas de afectados por el virus.

En el periodo de cuarentena, muchos empleados públicos y privados han sido contagiados o vieron padecer a sus familiares que conviven con ellos.

Sugiero que cada empleado reporte a su patrono sobre tal incidencia, para que en base a las fechas de los síntomas, se extiendan a ellos el período de cuarentena o les obliguen a realizarse exámenes para descartar que aún son portadores asintomáticos. Reanudar las actividades indiscriminadamente alargará la implacable acción del mortal virus.

Econ. Jorge Tigrero