Ecuador y su mayor desafío

Pasaron ya los festejos navideños y de fin de año, esta vez bastante más cargados de desesperanza que lo habitual. Las decisiones políticas solo se entienden en su justa medida si se asumen como un intento de respuesta de los distintos grupos y fuerzas sociales a los retos que plantea la cruda realidad. 

Se trata de propuestas de solución que deben ser vistas teniendo en cuenta el trasfondo de la problemática en que son planteadas, para entender la nueva coyuntura histórica y política que se abre ahora al pueblo ecuatoriano. Son muchos males, mas el causante principal de esa metástasis que carcome todo el organismo de la democracia ecuatoriana es la creciente brecha social. 

Cada día hay más nuevos ricos debido a la corrupción sistémica imperante. Por el contrario, la clase media se ve debilitada económica, social y políticamente. Los campesinos son relegados; para jóvenes y profesionales es más difícil insertarse en el mercado laboral. La “economía informal” constituye 40 % de la fuerza laboral del país. 

El PIB ha decrecido; la pobreza continúa aumentando. Todo consecuencia de las malas políticas económicas implantadas en los últimos doce años. Solo cambiando de rumbo se podrá ir construyendo un Estado solidario, basado en la justicia social. Otras plagas como la impunidad, el alarmante crecimiento de la inseguridad ciudadana y el narcotráfico, son en buena medida consecuencia de la desigualdad social que aqueja a los ecuatorianos.

Ec. Mario Vargas Ochoa