El culto al individuo

Doctrina establecida por los propios rusos, pues Nikita Kruschev, quien golpeó aparatoso con sus zapatos la mesa de la Asamblea de la ONU, habló del culto a la personalidad en un congreso socialista en 1956 para criticar al gobierno aristocrático de Joseph Stalin por ser arbitrario. Por historia y naturaleza estos líderes populistas han sido déspotas y totalitarios, sin ideología ni objetivos claros y determinados. Los que degradaron a Stalin fueron sus mismos amigos y partidarios que acabaron por no ceñirse al lineamiento oficial del comunismo y por su intervención en la URSS. Igual le sucederá a Vladímir Putin en el devenir de la historia. 20.000 ciudadanos rusos están presos por orden del Presidium, contrarios a la guerra con Ucrania. Putin en vez de estar matando a compatriotas debería salvarlos vacunándolos contra la COVID-19; fue solo un pretexto para la invasión con el fin de tapar sus desaciertos endémicos. Destaca el heroísmo del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que pasará al Olimpo de la historia por haber defendido a su patria. Putin sigue obsesionado con su ̈ inconsciente dinámico (A. Adler) freudiano y su guerra neurótica que persigue imponer su “super-yo nazista” con su “voluntad de poder” (Nietzsche). Este histrión que no va a ganar sino a destruir más, pasará al estiércol de la historia.

Dr. Héctor Cisneros Arias