“El costo de la vida sube otra vez”

Anímese, todos somos economistas de nuestros hogares

En aquella famosa canción, Juan Luis Guerra resume el efecto común de la inflación. ‘Less is beautiful’ o lo que viene a ser su traducción al castellano: menos es hermoso (mejor), cita que recuerdo desde mi época de estudiante universitario, pero ¿y si por resumir omitimos lo necesario? Ello aplicaría a un diálogo entre individuos que poseen dominio parcial o total sobre el tema tratado. Para el ciudadano preocupado por el diario vivir, podría quedar en el encabezado de una página o en desplazar hacia abajo la pantalla del teléfono por la supuesta o nula relación a su vida cotidiana; el tema les genera desinterés. La tasa de inflación indica el porcentaje que sube el nivel de precios de bienes y servicios; la deflación, el porcentaje inverso del incremento. Los macroeconomistas la revisan por el índice de precios al consumidor, el ciudadano al realizar compras lo percibe por la suma final de la cuenta o cuando un domingo familiar es más costoso que el de hace un año. Los alimentos en el mismo año tuvieron inflación de 7,60 %; las prendas de vestir y calzado disminuyeron sus precios, con inflación de -1,81%; en Guayaquil la inflación es 3,99 % y en Machala 3,09 %. En términos generales “la inflación es de 3,74%” pero usted ahora sabe que hay detalles en la cifra. El Gobierno ha mejorado considerablemente la presentación de datos oficiales en las diferentes plataformas digitales. Basta que usted busque en internet: “índice de precios al consumidor Ecuador”. Anímese, todos somos economistas de nuestros hogares.

Ec. Elías Cortez Z.