Consecuencias de una guerra biológica

Esta pandemia es producto de una guerra biológica; debemos apoyarnos todos mutuamente

Con la firma en EE.UU. de la Convención de Armas Tóxicas y Biológicas en 1972 se prohibió el “desarrollo, producción y acumulación de microbios o sus productos venenosos, excepto en cantidades necesarias para protección y exploración pacífica”. Para 1996, 137 países firmaron el tratado; sin embargo la hegemonía entre países de Occidente y Oriente se mantiene: cada uno es o debe ser el más poderoso, entre ellos los del G20 (EE.UU., Rusia, China, Inglaterra, Alemania, Japón, etc.). Pese a haberse firmado el convenio, las ansias de poder están latentes, ocasionando mortandad en el planeta, como es el caso de la pandemia de COVID-19, que está diezmando a muchos países y en especial a los pobres y de pobreza extrema, por mantener gobernantes indolentes que no realizaron provisiones y presupuestos económico-sociales de supervivencia sanitaria para morigerar este fenómeno ocasionado por el mismo hombre. En Ecuador el gobierno actual, con escasos recursos, no puede enfrentar la pandemia. Sin dinero, ni recursos técnicos, científicos, ni médicos, vacunas suficientes, magra herencia para el nuevo mandatario, existe escasez de alimentos, medicinas, empleo, atención médica, agua, alcohol, mascarillas, jabón y otros. Se recomienda crear bancos de alimentos y medicinas para los más desposeídos con cogobiernos seccionales: municipios, gobernaciones, SRI y todas las entidades públicas que recaudan impuestos. El ciudadano necesita reducción de impuestos y menos cobros de los servicios básicos, pues las nóminas se han reducido, obedeciendo la Ley Humanitaria de reducir sueldos, etc. Las tarjetas de crédito no dejan de cobrar los intereses, igual que las deudas bancarias. Hospitales, clínicas y farmacias laboran de manera continua. No hay transporte interprovincial, vuelos domésticos. Las actividades de control de las medidas serán realizadas por FF. AA., Policía y agentes municipales. Esta pandemia es producto de una guerra biológica; debemos apoyarnos todos mutuamente.

José Arrobo