Cartas de lectores: ¡Pobre Metro de Quito! Sigue enfermo
La causa de la controversia está en los pliegos que sirvieron de base para la contratación del operador internacional
Después de una larga y penosa gestación de más de 13 años, el 1 de diciembre de 2023, entre alegría y jolgorio del pueblo de Quito, nace con poliomielitis la Primera Línea del Metro de Quito (PLMQ), virus que adquiere en las etapas de estudio y precontractual. Días antes de nacer, un nervio (tren N° 16 ) se inflama.
Recién en estos días parece se rehabilitó. En menos de un año de labor, noviembre de 2024, aparecen fisuras en las rieles (mala calidad del material). Solo en febrero de 2025 se encienden las alarmas y buscan solución; durante este período los trenes bajan la velocidad en el tramo Recreo-La Magdalena, incrementando el tiempo ofertado 24 minutos. En febrero de 2025 detectan filtraciones en el túnel de la estación Cardenal de la Torre; y en el mes de mayo de 2025 se producen seis paralizaciones que retrasan los viajes, causando enojo de los usuarios.
En junio siguen los contratiempos. Estas y otras falencias se producen por falta de mantenimiento, dicen de los expertos. El operador echa la culpa al mal uso de las puertas. El sistema necesita diez contratos de mantenimiento que están a cargo de la EPMMQ; apenas tiene tres o cuatro (aquí está el problema, nace en la planificación).
El mantenimiento del material móvil es la médula espinal de la PLMQ. Su falta es la causa de las deficiencias mencionadas, que son solo el comienzo, lo peor está por venir. Cuando se contrate el mantenimiento con un tercero, los problemas serán serios, la discordia entre el contratista de la operación y el contratista del mantenimiento será eminente porque son actividades biunívocas. La causa de la controversia está en los pliegos que sirvieron de base para la contratación del operador internacional, tipificado en el anexo1, título 5. La experiencia en el manejo de contratos indica que, especialmente cuando se trata de maquinaria y equipos, las actividades de operación y mantenimiento deben estar en un mismo contrato.
Marco A. Zurita Ríos