Cartas de lectores | Migración: falta de justicia social evidente

Cientos de miles de jóvenes han salido del país en los últimos años con destino a EE. UU., en su gran mayoría en busca del mal llamado ‘sueño americano’. Dejan su patria y su entorno próximo para encontrar un lugar donde ‘vivir mejor’, donde creer, estudiar y trabajar. Piensan que el país que abandonan no les provee lo suficiente para su subsistencia y tienen que abandonar todo para inventarse otra vida. La migración de los jóvenes es generada por diversas causas: inseguridad, violencia, pandillas, desempleo, educación, etc. El sustrato del problema migratorio es casi siempre económico-social, pero rara vez se plantea como lo que es: ¡un desastre de corresponsabilidades de nuestras gobernantes. ¡Nadie quiere asumir su rol, siempre se acusan mutuamente de ser la causa. Los jóvenes que emigran del Ecuador lo hacen por supervivencia y desarrollo personal ante la falta de condiciones laborales y vitales. No solo se trata de llegar, sino de construir el presente para tener un futuro brillante lejos de casa, incluso en muchos casos arriesgando hasta la vida, en busca de mejores condiciones de bienestar familiar.

En el debate público, poco se habla de los miles de migrantes jóvenes, la fuga de cerebros, la pérdida de talento humano juvenil y el peligro que esto representa para nuestra frágil economía. Solo interesan como remesas cuantificables de dinero; parece que a nadie le importa mucho el tema.

¡Nadie quiere dejar el país y la familia! Los que migran son empujados a dejar su tierra por una falta de justicia social evidente. La mano de obra en edad hábil para trabajar se marcha para ser funcional en otro lugar, mientras el país que dejan se desangra. En unos años, cuando la demografía hable, constataremos que no tenemos suficientes jóvenes trabajadores preparados para sacar adelante a nuestra nación; solo quedará lamentar su partida y esperar un milagro. Los migrantes jóvenes huyen de una realidad y buscan cristalizar su sueño en otros países. Para un migrante el futuro es incierto y tiene que afrontar demasiados peligros. Es una tarea colectiva brindar soluciones a los que se van y a los que atraviesan fronteras.

Mario Vargas Ochoa