Cartas de lectores | Jueces kamikazes. Cáncer en la justicia
Existen jueces íntegros, pero hay otros cuya presencia en la judicatura solo se explica por intereses ajenos a la ley
Escribo como abogado y docente universitario, tras años dedicados a fortalecer la justicia en instituciones como la Corte Constitucional y el Consejo de la Judicatura. Decidí volver a Guayaquil a litigar, con intención de aplicar lo aprendido estando del otro lado de los procesos. Pero la decepción me lleva a reflexionar: la injerencia en la justicia continúa, y en la Unidad Judicial de Samborondón parece regir una ley distinta. Expongo dos casos. El primero: represento a una madre que demanda $ 4.000 de pensión para tres hijos, en función del nivel de vida familiar. La jueza fijó provisionalmente solo $ 250. Tras casi un año, la audiencia definitiva aún no se celebra. La jueza demoró meses en señalar la fecha, la audiencia se cayó por supuestos problemas de señal y fue reprogramada. Al asistir personalmente me informaron que la jueza atendía otra causa. Mientras tanto, los niños sobreviven con una suma irrisoria. Estamos a días de que se cumpla un año de la presentación de la demanda y de que el mayor de los niños sea mayor de edad; el padre, dueño de empresa, ya anticipó su afiliación a esta. Extrañas coincidencias. Segundo caso: represento a un padre que firmó un acuerdo de mediación sobre alimentos con pagos directos (no a través de SUPA), conforme a la ley. Sin incumplimiento, la madre pide en juicio que los valores se depositen en su cuenta. El juez lo niega y ante nueva solicitud, otro juez insinúa a mi cliente que acepte el cambio. Me opongo, pero al día siguiente el juez aumenta la pensión y cambia la modalidad sin procedimiento legal. En pocas horas ya hay una liquidación por $ 250.000 y el juez es trasladado con su secretario a una unidad judicial codiciada en Guayaquil: Flagrancia. Conozco los remedios procesales, los he agotado, pero han sido negados. He denunciado ante el Consejo de la Judicatura, y en Fiscalía por prevaricato. Mientras tanto, unos niños siguen sin justicia y un padre podría ir a la cárcel por una decisión arbitraria. Existen jueces íntegros, pero hay otros cuya presencia en la judicatura solo se explica por intereses ajenos a la ley. ¿Será que la metástasis se hizo cáncer?
Cristhian Castro Velasteguí