Cartas de lectores | En guardia y en acción

Porque mientras más corrompido está el corazón de la persona, más necesita poseer, endiosarse y derrochar

Allí donde reina el conflicto o se vierten lágrimas inocentes, con riadas de angustia y dolor, nosotros no podemos más que reconocer miserias e inhumanidad. Despertemos el sentido estético y contemplativo universal, no pongamos muros territoriales entre nosotros, establezcamos renovadas ilusiones que nos estimulen a optar por otro estilo de vida, menos voraz, más sereno, menos endiosado, más respetuoso en suma. Porque mientras más corrompido está el corazón de la persona, más necesita poseer, endiosarse y derrochar. Trabajemos el pulso del alma, cultivemos el cuidado, practiquemos la donación del sueño y nos despojaremos de tierra, que lo único que hace es enterrarnos en vida.

Víctor Corcoba