Cartas de lectores: El gobierno nacional debe actuar con el ejemplo

El Ecuador tiene serísimos problemas como país

En las últimas décadas en Ecuador hemos sido testigos del absoluto deterioro de la política, los políticos y la institucionalidad del país. El nivel de crisis en todos los ámbitos en el que estamos sometidos es propio de un sistema colapsado que exige un cambio real, pero “ya”. Puede ser peor sino se rectifican los errores e imprecisiones del actual gobierno.

Por ello, son tan importantes las decisiones que el gobierno tome en capacidad para acordar, generar consensos y proponer soluciones con resultados positivos a los graves problemas que afecta a la nación, caso contrario lo único que logrará será hundir más al Ecuador. Y por ese motivo, la complejidad de lo que viene para el país exige que sus gobernantes tengan la capacidad, honestidad, experiencia y la confianza, tanto internamente como en el exterior.

Uno de los pasos ineludibles que debe dar nuestro gobernante es actuar con el ejemplo, con la suficiente voluntad política y visión de que se puede rescatar al Ecuador, sin demagogia, a través de medidas de impacto que eliminen los privilegios de toda índole que mantienen grupos opulentos aferrados al poder de turno.

Todo lo anterior no será posible ni realizable con ninguna fórmula, plan, ni por su equipo de colaboradores. Cambiar al Ecuador exige que una a toda la sociedad reme en una misma dirección. Porque en realidad lo que está en juego no es algo abstracto, no son las ideas grandilocuentes ni las promesas vacías, que tantas veces se repiten, lo que está en juego es como vamos a vivir en el día a día los próximos años, están en juego los derechos y libertades de la familias ecuatorianas.

El Ecuador tiene serísimos problemas como país. Es cierto que existen muchos políticos corruptos, ladrones y una gran cantidad de sinvergüenzas que deberían estar en la cárcel, pero nuestra nación también tiene mucho potencial y futuro por delante. Está demostrado que cuando el pueblo se une para causa comunes, ni el más grande obstáculo lo puede detener.

Mario Vargas Ochoa