Cartas de lectores: ¡Emelec hoy es solo una camiseta descolorida de fútbol!
En Guayaquil, el mejor dirigente del club azul y particularmente del boxeo ‘amateur’ fue el ‘Gringo’ George Lewis Capwell
Ya a era tiempo que alguien que estuvo tantos años en la actividad deportiva dentro del club azul, salga en defensa de una juventud que se cansó de luchar hasta perder su larga historia en varias disciplinas federativas. ¡Mientras no obremos de corazón no habrá cambio en nada! Hace años los dirigentes Omar Quintana B. y Leonardo Escobar B. me propusieron escribir la historia del boxeo ‘amateur’ en el Club Sport Emelec. No pude volver a contactarlos y decidí por mi cuenta y riesgo escrudiñar en bibliotecas públicas y en mis recuerdos todos aquellos viejos apuntes del pasado en el deporte de los puños. Con orgullo lo practiqué desde los 16 años de edad hasta alcanzar los títulos de campeón local, provincial y nacional en la categoría de 112 libras, con la dirección de uno de los mejores técnicos que ha tenido el país, Manuel Vizcaíno Laurido.
La historia del boxeo guayaquileño y ecuatoriano la escribí en 1992 y está condensada en un libro de 300 páginas, con fotos de los mejores pugilistas de todos los tiempos; no me gustaría que esta vieja historia sea tocada para nada, pues pese a los años transcurridos no existe ningún parangón con la nueva. Si el boxeo porteño aún tiene signos de vida es por lo que realizan la Asociación de Exboxeadores y Exentrenadores del Guayas.
En Guayaquil, el mejor dirigente del club azul y particularmente del boxeo ‘amateur’ fue el ‘Gringo’ George Lewis Capwell, quien construyó el primer estadio que aún lleva su nombre y que era para béisbol. Por las necesidades que tenía el deporte ecuatoriano en aquellos tiempos, al no contar con escenarios apropiados para otros deportes, desde Quito llegó una orden oficial que pedía que un torneo sudamericano de fútbol se realizara en el Capwell; las líneas tizadas del béisbol quedaron para la historia.
En este club también se practicaba baloncesto, hand ball, ciclismo, halterofilia, tenis de mesa, hasta que un día lo alquilaron para otros eventos. Primero se hizo un encuentro de boxeo profesional con el famoso pugilista italiano Primo Carnera, quien en una misma noche enfrentó a cinco rivales. Luego fue transformado en coso taurino sin mayores resultados; algunos miuras rompieron el ruedo metálico y los aficionados en alarde de bravura se enfrentaron con los toros traídos de la sierra. Desafortunadamente, los malos dirigentes están terminando con el club. Hoy es solo una camiseta de fútbol descolorida.
José Emilio Ruiz Ortiz