Cartas de lectores: Detener el enfrentamiento
Otro mundo es posible cuando dos se hermanan. El hermanamiento es el camino y la comprensión
Es fundamental el ejemplarizante aporte que las religiones pueden ofrecer para favorecer contextos de alianza. Hacer comunión y comunidad demanda ser respetuosos entre sí para construir relaciones de concordia, sin obviar que donde una puerta se cierra, otra se abre. No podemos vivir aterrorizados.
Quizá tengamos que aprender a amarnos para poder caminar por este mundo de contrariedades y absurdos; esto demanda interiorizar nuestros propios pulsos, animados por el deseo del reencuentro más que del encontronazo. Activemos el discernimiento justo. Por desgracia, la marea de injusticias es otro enloquecimiento más que debe concluir para remediar las desigualdades entre continentes diversos.
El espíritu del juego limpio es esencial para cohabitar y poder movernos, comenzando por aprender a valorarnos, queriéndonos los unos a los otros. Salvar las diferencias y promover la igualdad entre análogos es vital para impulsar ese cambio social de unión y unidad preciso. Otro mundo es posible cuando dos se hermanan. El hermanamiento es el camino y la comprensión.