Cartas de lectores: Crimen y seguridad

Es el famoso principio ‘plea bargaining’. Podrá hacerse con un nuevo COIP.​

La prosperidad no funciona sin seguridad. Esta es una frase de Maquiavelo, del Renacimiento, y antepone el derecho de trabajar mediante una ética acorde a la moral, que se hace normal siempre que haya seguridad en el trabajo. La seguridad falla cuando la ética del trabajo se altera por personas que se organizan por cuenta propia para obtener rentabilidad en sus actividades reñidas con la ley. En los países donde la prosperidad avanza, la seguridad garantiza el trabajo, de lo contrario quienes acostumbrados al delito ven en el trabajo ‘suyo’ una actitud rentable, perjudican a los ciudadanos. El extremo de este asunto lo dijo el Sr. Christian Zurita a la BBC el 24 de agosto: “No menos de un millón de personas en Ecuador deben estar ligadas a la economía de la criminalidad, que es sobre todo informal y que atraviesa unas líneas que se han vuelto violentas”. Por ello la conexión entre política y criminalidad. No es cuestión de dar nombres de los miembros de las bandas ni de la forma en que se cometen los crímenes. Es la asociación con la política. Esto significa una grave alteración del vínculo con la ética del trabajo. Lo dijo en abundancia Villavicencio. En Italia, cuna de la trilogía de la mafia, Roberto Saviano por denunciar toda esta conexión vive protegido por el Estado. Aquí el Estado debe funcionar mediante un método que se usa en el FBI: si colaboras se negocia la pena. Si no estarás mucho tiempo en prisión. Es el famoso principio ‘plea bargaining’. Podrá hacerse con un nuevo COIP.

Francisco Bayancela González,