Cartas de lectores | Combatiendo al terrorismo
De la Operación Martillo rescato el mensaje que la fuerza policial de Los Ángeles quería dar
“La operación comenzó en abril de 1987, después de que un grupo de jóvenes en una fiesta fueran fusilados desde un automóvil en marcha. Fue solo uno de los muchos casos de emboscadas y eventos criminales que han ocurrido en Los Ángeles (California) desde que las bandas más importantes e influyentes comenzaron a competir por el territorio a través de violentas disputas y masacres. Harto de la violencia cada vez más ascendente, el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, decidió responder a la ferocidad de las bandas con incursiones en los principales lugares de encuentro de los bandidos y aumentar el contingente de fuerzas policiales en la calle para luchar de la manera más efectiva”. Esta operación no dejó ni una casa sin inspeccionar minuciosamente, ni ninguna calle o recoveco y a toda persona se le verificó el porte de documentos de identidad. Dio muy buenos resultados, acorralando a la delincuencia, tráfico de drogas y otros delitos. Traigo a colación este suceso en virtud de los violentos hechos de estos días por parte de las bandas criminales que azotan a nuestro país. El presidente Noboa firmó un primer Decreto (110) de estado de excepción incluyendo toque de queda en todo el territorio nacional. Posteriormente firmó otro Decreto (111) declarando la existencia de conflicto armado, disponiendo la movilización e intervención de FF. AA. y Policía para garantizar la soberanía e integridad territorial contra el crimen organizado transnacional, organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes. De la Operación Martillo rescato el mensaje que la fuerza policial de Los Ángeles quería dar: “responder a la ferocidad de las bandas con incursiones en los lugares de encuentro de los bandidos, realizar la implacable búsqueda y captura de traficantes de drogas y pandilleros con una demostración masiva de fuerza diseñada para entregar un mensaje contundente a estas lacras: que había un precio que pagar por su accionar delictivo”. Las FF. AA. tienen en los decretos 110 y 111 las herramientas para una reacción más contundente y reducir a la nada el accionar delictivo de estas lacras.
William Cruz López