Cartas de lectores: Una Casa de la Cultura Ecuatoriana para todos

Confío en que este pedido llegue a buen término y así podamos tener una Casa de la Cultura para todos, sin excepciones

Una vez desechada la acción de protección que había interpuesto el candidato Juan Merino contra la elección de la presidencia de la Sede Nacional de la Casa de la Cultura (CCE), se ratifica la designación de Fernando Cerón. El Reglamento de elecciones internas de la CCE arrastraba inconsistencias y posibles artículos inconstitucionales. 

Se permitía a extranjeros residentes en el país ser miembros de la Casa o del RUAC, ser veedores del proceso, mas no candidatos a direcciones provinciales. Ello contradice el art. 9 de la Norma Suprema: “los extranjeros residentes en el país tendrán los mismos derechos que los nacionales ecuatorianos”. Uno de esos derechos es el de elegir y ser elegido, particular que expuse anticipadamente con carta a Fernando Cerón. 

La vía propicia para dirimir la duda era presentar una acción de inconstitucionalidad ante la Corte Constitucional para que revise el reglamento eleccionario. No lo hice porque creo en el poder de la CCE y hacerlo echaría abajo el proceso electoral con una medida cautelar. Cerrado el proceso, se ratifica un segundo periodo de gobierno al frente de la CCE. Exhorto a revisar y de ser necesario modificar el reglamento para que en el siguiente proceso democrático se abra la puerta a todos a la dirección de la CCE. Muchos no nacidos en este suelo hemos trabajado desinteresadamente en favor de la institución, con el único afán de hacerla crecer y verla brillar. Confío en que este pedido llegue a buen término y así podamos tener una Casa de la Cultura para todos, sin excepciones. 

Pablo Virgili Benítez Domingo