Cartas de lectores: Una apertura comercial inteligente

Debemos continuar promoviendo una apertura comercial inteligente y bien estructurada

La principal característica del comercio exterior ecuatoriano es la concentración en pocos productos exportables (petróleo, banano, cacao, camarón, café y rosas), sin que se haya logrado una diversificación significativa de la oferta. Esto se debe a la falta de estrategia productiva, escasa innovación empresarial, débil voluntad política en el pasado para impulsar acuerdos comerciales, salida de procesos de negociación, no renovación de tratados bilaterales, inseguridad jurídica y visión política, antes que técnica del comercio internacional

Estos factores han impedido un desarrollo efectivo del sector. Pero esta realidad está cambiando. En los últimos años, los gobiernos han promovido la apertura comercial con acuerdos con países y bloques regionales, buscando ampliar destinos de exportación y facilitar el ingreso de productos ecuatorianos con reducción de aranceles. Un hito fue el acuerdo con la UE, vigente desde 2017. A esto se suman acuerdos con China, Costa Rica, Corea del Sur y Canadá (cuyas negociaciones ya concluyeron), y una posible negociación futura con Japón. 

Se mantiene la expectativa de alcanzar un tratado comercial con EE.UU., principal socio del país. La apertura comercial no es moda, sino necesidad. Los beneficios son visibles en países como Chile y Costa Rica, que hacia 2005 ya habían cumplido los objetivos del milenio gracias a sus acuerdos comerciales, que impulsaron empleo, tecnificación y diversificación productiva. Ecuador, en contraste, muestra rezago, mientras Colombia y Perú han aprovechado sus tratados para posicionar mejor productos similares a los ecuatorianos en mercados de alto poder adquisitivo. 

Tras una desaceleración, desde el segundo semestre de 2024, nuestras exportaciones muestran un repunte significativo, reflejado en volumen exportado, divisas generadas y superávit no petrolero de $ 3.112 millones en el primer semestre de 2025 (58,6 % más que en 2024). Es clave seguir abriendo mercados y ampliar la oferta exportable; ello fortalecerá la competitividad, el empleo, el ingreso de divisas y la recaudación tributaria. Es fundamental que Corte Constitucional y Asamblea adopten un enfoque técnico al analizar los acuerdos, los cuales han sido negociados protegiendo a los sectores más vulnerables. Es vital que la población no vea al libre comercio como amenaza, sino como vía hacia el bienestar. Debemos continuar promoviendo una apertura comercial inteligente y bien estructurada.

Jorge Calderón Salazar