Cartas de lectores: Si el tenis de campo se muere, ¿por qué no lo masifican?

Danilo Carrera, expresidente de FET, decía que hace falta concientizar en la niñez

La vida es una obra en proceso y tenemos que cuidarla para que no pierda su belleza. Y algo parecido diré como el enamorado que soy del tenis de campo ecuatoriano, donde pronto habrá que corregir errores dentro del máximo organismo de esta disciplina, pues de lo contrario habrá que aplaudir por separado a quienes están organizando eventos que mueven el interés de los aficionados, ya que al parecer, el dirigente de la FET está esperando que todo le caiga del cielo, cuando en los viejos tiempos los talentos aparecían por el trabajo laborioso de mucha gente.

No me decepcionan los eventos internacionales que se anuncian en nuestra ciudad, me preocupa que ya no veo el nacimiento de nuevas estrellas con quienes hacer frente a cuanto visitante toque nuestro suelo. En la vieja época hacíamos frente con el dos veces campeón mundial profesional e inventor del golpe con ambas manos, Francisco Segura Cano; el zurdo de oro, Andrés Gómez Santos, campeón de Roland Garros; Miguel Olvera Mora; Eduardo ‘Chivo’ Zuleta Candelario, y otros de una lista interminable que se fue perdiendo.

El tenis no tiene el amor y la popularidad que nace en los jóvenes desde temprana edad por el fútbol, y tal vez por eso es que vemos a muy pocos agarrados de una raqueta de tenis en Lomas de Urdesa. Alguna vez le pregunté al mejor dirigente que ha tenido este deporte durante muchos años, por qué razón el tenis no se masifica, y la respuesta fue categórica: no es lo mismo pegarle a una bola de fútbol con el pie que tomar una raqueta que pesa más o menos dos libras. Danilo Carrera, expresidente de FET, decía que hace falta concientizar en la niñez que el deporte blanco no es solo para jóvenes cuyos padres tienen poder económico. Cuando tomó por última vez el mando buscó popularizar al deporte y comenzó por becar a los mejores alumnos de escuelas y colegios de la ciudad, agrandó el escenario con algunas canchas de cemento y otras de ladrillo molido, buscando como entrenador a ese ícono del tenis ecuatoriano que es Miguel Olvera Mora.

José Emilio Ruiz Ortiz