Cartas de lectores: Obligación de votar SÍ en la consulta

La Conaie y sus líderes cayeron en esta dinámica al apoyar el NO y encabezar protestas violentas

Votar SÍ es un deber patriótico. La Constitución de 2008 no fue creada por verdaderos ecuatorianos, sino por quienes, amparados en el socialismo del siglo XXI, buscaron apoderarse del país con apariencia democrática. Aunque las tres primeras preguntas son relevantes, la cuarta -convocar a Asamblea Constituyente- definirá el futuro. 

Esa Constitución debilitó la autoridad del Estado, relativizó la ley y antepuso derechos individuales sobre la seguridad colectiva. Redujo el poder operativo de Policía y FF.AA. e impuso la Ciudadanía Universal, cuyo hipergarantismo e hiperpresidencialismo provocaron inseguridad jurídica, inestabilidad política y deterioro institucional. 

Mafias se infiltraron en la política y la justicia, con funcionarios implicados en casos como Metástasis y Purga. Una nueva Constitución restituiría la jerarquía institucional, fortalecería la responsabilidad penal y blindaría el sistema judicial frente a la corrupción y el dinero sucio. La campaña por el NO, promovida por el correísmo, busca conservar privilegios e impunidad. 

Votar SÍ es frenar esa corrupción estructural y recuperar el Estado. Ecuador se ha convertido en nodo estratégico del crimen organizado. Cárteles y mafias internacionales lavan dinero y controlan rutas gracias a la dolarización, la débil justicia y la relación con Colombia. La Conaie y sus líderes cayeron en esta dinámica al apoyar el NO y encabezar protestas violentas. El SÍ representa un mandato para devolver al Ecuador orden, justicia y progreso, y cerrar el ciclo del correísmo.

Carlos Mosquera Benalcázar