Cartas de lectores: Las secuelas del paro
Ojalá se identifique y sancione a los responsables de estas acciones y surjan nuevos líderes indígenas
Los analistas opinan que tras el fallido paro no hubo ganadores ni perdedores; sin embargo, considero que sí hubo resultados claros.
Entre los positivos, el Gobierno salió fortalecido al mantener su decisión de eliminar el subsidio al diésel y aplicar tácticas efectivas como trasladar la sede a Latacunga y Otavalo, lo que desalentará futuros paros. El movimiento indígena, en cambio, quedó desprestigiado y dividido; la Conaie perdió su poder de convocatoria y el paro se limitó a pocas provincias. La ciudadanía comprobó que las protestas no fueron pacíficas: los ataques, incendios y destrucción fueron cometidos por manifestantes indígenas, no por infiltrados, y muchos estaban entrenados. Además, se evidenció el financiamiento del paro por la minería ilegal, el contrabando y el robo de combustible, especialmente en zonas donde estas actividades predominan. Las Fuerzas Armadas y la Policía, pese a ataques y secuestros, reafirmaron su profesionalismo.
Entre los aspectos negativos, preocupa la pérdida de vidas y heridos en ambos bandos, así como las graves pérdidas económicas que obligaron a cerrar negocios y desperdiciar alimentos, afectando la imagen del país y la atracción de inversiones.
Ojalá se identifique y sancione a los responsables de estas acciones y surjan nuevos líderes indígenas que reclamen mejores condiciones de forma pacífica y razonada.
Wellington Ríos Villafuerte