Cartas de lectores: La Policía y su rol en la sociedad

Se necesita valentía y valor para encarar las dificultades

Cada día, la ola de violencia que enfrenta el país es más sorprendente.

El miedo está ganando espacio y eso es inquietante.

Ya no somos libres; andamos apresurados, mirando a todos lados, con el corazón agitado ante los motociclistas.

En mi país te roban no solo los delincuentes de pistola, sino también los de corbata.

No quiero ese legado para mis hijos y nietos; busco un futuro de paz, trabajo, libertad y esperanza.

La realidad es que, a pesar de que muchas cosas cambian, otras empeoran.

La seguridad solo se logra con decisión y mano dura.

La Policía Nacional es una institución estatal cuya misión es atender la seguridad ciudadana y proteger los derechos. La labor del Policía no es un oficio más; es un gran compromiso y responsabilidad de protección, con un equipaje ético robusto.

Con el tiempo, esta institución se desvalorizó y se convirtió en cómplice de los delincuentes, llegando a coimar y ‘vacunar’.

Me pregunto si están mal pagados, si carecen de implementos, o si la selección y las evaluaciones son deficientes.

Todas estas reflexiones tienen su razón de ser.

Cerca del mercado de la Casuarina, gente sencilla es vacunada semanalmente por delincuentes. La osadía llegó al límite al aumentar el cobro en feriado. Lo sorprendente es que allí hay un PAI y un cuerpo de bomberos, y saben que subiendo una loma se refugian los malhechores con lo robado. La Policía, sin embargo, sube esa loma a recibir su ‘parte’. ¿Es esa la misión del policía? ¿Por qué si conocen estas atrocidades, no hacen nada?

En toda institución hay gente buena y mala, pero la comunidad no protesta por miedo.

Pido al Ministro del Interior que actúe, que termine con estos malos elementos y parásitos que contagian a la sociedad.

Es hora de enmendar errores en la cúpula policial y que el mal servidor sea destituido.

Todavía estoy llena de fe y confianza en la institución.

Cuando el servicio se hace con amor a la humanidad y al prójimo, todo resulta mejor.

Se necesita valentía y valor para encarar las dificultades.

Sara María Garaicoa Granizo