Cartas de lectores | La Constitución madurista-correísta
Otra de las aberraciones jurídicas constantes en esta Constitución es la mal llamada ciudadanía universal
Luego del histórico y trascendente hecho social, conocido como la caída del Muro de Berlín y la consecuente disolución de la ex Unión soviética y la aniquilación de los regímenes socialistas en la Europa del Este, el tirano comunista de Cuba, Fidel Castro, junto con los mandatarios sátrapas Lula da Silva y Hugo Chávez, crearon el denominado Foro de Sao Paulo, a fin de contrarrestar e impedir la desaparición del comunismo.
Para ello propiciaron la instauración de lo que llamaron Socialismo del siglo XXI, en varios países de la región, incluido el nuestro, a los que accedieron al poder utilizando la democracia electoral y la inmediata elaboración de nuevas constituciones políticas, a fin de precautelar ese oprobioso sistema político.
Así lo hicieron en Venezuela, Bolivia, Ecuador y pretendieron hacerlo en Chile, con un diseño constitucional en el que eliminaron la clásica división de los tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Crearon otros, como el Electoral y Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, a fin de injerir y controlar la designación de las autoridades del Estado y a la justicia; todo aquello conllevó a un hiperpresidencialismo autoritario y abusivo.
La actual Constitución que nos rige es una de las más extensas del mundo, con un sinnúmero de declaraciones líricas de derechos, que protege a los delincuentes con un desmedido garantismo penal, a los cuales considera como grupo social prioritario minoritario, de atención prioritaria.
En su declaración de principios, establece un Estado plurinacional, lo que ha ocasionado que el sector indígena establezca sus propios territorios, con una justicia propia, dividiendo al país y abusando de sus derechos.
Otra de las aberraciones jurídicas constantes en esta Constitución es la mal llamada ciudadanía universal, que garantiza a todas las personas, sin distingo alguno, la libre movilidad, lo que ha permitido el ingreso sin control de individuos delincuentes, con el consiguiente daño social.
Por eso se hace necesaria la eliminación de todas estas normas que han ocasionado un grave daño social, para así precautelar nuestra seguridad, democracia y libertad.
Manuel Yépez Andrade