Cartas de lectores | Hipócritas de cuerpo entero
Por eso es que este país es considerado en América como uno de los más corruptos
Hoy en día se critica y se quejan por la decisión tomada por el actual presidente: el despido de 5.000 trabajadores del sector público. Se rasgan las vestiduras aquellos que cuestionan esta decisión del Ejecutivo. Todos sabemos de qué partido político son. Estos que ya no se acuerdan de que el 7 de julio del 2011 mediante la creación del decreto ejecutivo 813, el presidente de aquel entonces, estableció que en su artículo número 8 concretamente, se permitía a las instituciones del Estado establecer planes de compra de renuncias obligatorias con indemnización. Esto implicaba que los servidores públicos podían ser obligados a renunciar a cambio de una compensación económica, lo que generó críticas sobre lo dispuesto en dicho decreto. Solo en el sector salud se desvincularon, a más de 1.600 profesionales. Los ‘genios del mal’ en aquel momento lo llamaron pomposamente “reingeniería de Estado”. Sin embargo, no tardaron en cubrir dichos puestos en el sector salud con médicos de dos países alineados con la línea política de izquierda de aquel entonces, socios-listos del Siglo XXI y del Foro de Sao Paulo. ¿De qué se quejan entonces ahora? Los integrantes de ese partido político forman parte de una de las mayorías de la actual Asamblea Nacional, allí donde están figuras del nepotismo, familiares directos de los asambleístas trabajando en labores administrativas, algunos cuestionados por diezmeros en anteriores periodos. Personas recién graduadas de colegios, sin experiencia en la redacción, elaboración, revisión y aprobación de leyes, peor pensar que van a hacer un control de calidad a lo escrito antes de su aprobación. Un asambleísta nacional implicado en el caso de violación de una menor de edad. Asambleístas que ya van por un tercer periodo de elección popular y que no aportan en nada con leyes que vayan en beneficio de los ecuatorianos. Por eso es que este país es considerado en América como uno de los más corruptos. ¡De qué se quejan entonces!
Roberto Flores