Cartas de lectores | ¡Escogemos libertad u orden!

Incluso hay cerramientos que impiden el paso al peatón. No hay orden ni coherencia territorial.

Hace poco, en el cantón Daule (en su cabecera cantonal), se dio a conocer a los comerciantes un memorándum con el sello del Municipio de Daule. El documento incluía artículos municipales que regulan el espacio público. Uno de ellos establece:

“Art. 1.- Para efecto de esta ordenanza, se entenderá por vía pública: calles, plazas, pasajes, portales... El desplazamiento por la vía pública no debe ser afectado en forma directa o indirecta...”.  

Este artículo encendió las redes sociales, especialmente entre comerciantes y actores políticos. Un economista reconocido en Daule comentó:

“La acera, para el peatón, respetada y libre; pero se nos limita justamente el espacio donde trabajamos y que ya estamos pagando...”.  

Muy justas sus palabras. Él, como muchos, alza la voz por coherencia. Esta medida es impopular, no solo porque parece que quieren controlar la propiedad privada como si fuera espacio público, sino también por la necesidad de los comerciantes de vender en una economía maltrecha.  

Daule depende mucho del precio del arroz: si baja, los comerciantes entran en crisis, como ahora. Y que un municipio sin visión intervenga, es malo para el comercio. ¿Dónde queda la libertad comercial?  

Ahora, veamos la parte del orden.  

Otra parte del artículo dice: “el desplazamiento de las personas...”. Esta frase llama al orden, ya que el problema no es el comerciante, sino los conflictos por falta de regulación. Pero, ¿cómo exigir orden sin ser ejemplo?

La política territorial debe tener visión de desarrollo. Un ejemplo: barcos fabricados en China, aunque el país no está en guerra, están diseñados para adaptarse en caso de conflicto. Son recursos privados útiles al Estado, ahorrando dinero siendo estratégicos.

Otro caso: Guayaquil lleva años rellenando y nivelando aceras y portales comerciales. En Daule no ocurre. Hay muchos desniveles en portales que pueden ser peligrosos. Incluso hay cerramientos que impiden el paso al peatón. No hay orden ni coherencia territorial.

Daule debe mejorar mucho, pero debe incluir a todos los actores. Como decía Hannah Arendt: “La política nace en el espacio entre las personas”. Con esto concluyo: no solo se trata de hablar, sino también de escuchar.

David Ronquillo Loy