Cartas de lectores

Café con plutonio

El envenenamiento de personas ha sido un arma de mucha eficacia a través de la historia

Roman Abramowicz y Alexei Navatni son rusos, pero no futbolistas ni estrella de rock; son dos de los últimos envenenados por orden de Vladímir Putin. Ambos están vivos por milagro o por la ciencia médica. Hay un gran número de opositores a Putin que están ya en la tumba fría. Lo interesante de este sistema que he bautizado como Café con plutonio, utiliza para sus aviesos fines una gama de venenos que fueron creados por la KGB, en los días que él era agente de ese organismo. La mayoría de esas pócimas utilizan radioactividad como ingrediente activo para producir la muerte. Donde más se ha utilizado para eliminar adversarios es en el Reino Unido. Estos venenos fueron desarrollados a partir de la utilización de la energía nuclear, por ello lo de Café con plutonio, ya que este elemento químico fue el primer ingrediente que se usó para producir el brebaje mortal. El inconveniente del plutonio como envenenador era que también afectaba al agente que aplicaba el veneno por su alto grado de radioactividad. Nadie sabe cuántos opositores de Putin han sido despachados por este sistema en Rusia. Y pese a que el método es muy conocido en Occidente, lo acaban de utilizar contra Roman Abramowicz y dos negociadores de paz ucranianos. El envenenamiento de personas ha sido un arma de mucha eficacia a través de la historia.

Hugo Cortez Haddad