Sin ser médico, por  mis experiencias en el IESS y vistos algunos exámenes de Contraloría en el manejo, distribución y control de medicamentos en bodegas, la relación entre pérdida de potencia terapéutica y fecha de vencimiento no es exacta; una gran cantidad de medicamentos mantienen una potencia superior al 90 % en un periodo que supera hasta en décadas la fecha de vencimiento, sin generar toxicidad importante. En un número considerable de fármacos disminuye la potencia de sus principios activos, y otros, aún con buena potencia desarrollan una toxicidad considerable. Las pérdidas financieras por caducidad y negociados de los medicamentos que se verifican en los sistemas de salud MSP- IESS y en los hogares de los pacientes son enormes. La industria farmacéutica es la única beneficiada con caducidades cortas, pues esto genera constantes necesidades en el mercado. Existe un grave conflicto de intereses; la industria es quien fija dicha fecha de vencimiento. Allí está la trampa. Si todos los medicamentos encontrados caducados en las bodegas del IESS fueran declarados inservibles, la institución tendría una pérdida de alrededor de $10 millones. Un crimen más, tipo de lesa humanidad, que tendrá muy ocupados a peritos, fiscales y jueces hasta que venga otra denuncia, con una  administración de justicia coja y politizada, y Consejos Directivos del IESS que aplican la política de  dejar hacer y dejar pasar para lucrar

Manuel Posso  Zumárraga