Atención a los jubilados

Estamos convencidos de que el triunfo del candidato Lasso se debió, en gran parte, al voto razonado y sesudo de los adultos mayores, que cifraron sus esperanzas en un cambio radical y positivo para los ecuatorianos, cansados ya de tanta corrupción e impunidad enquistada en casi todos los poderes del  Estado y por qué no decirlo, en la firme convicción de que vendrían días mejores para los respetabilísimos miembros de la tercera edad, que constituye uno de los grupos más vulnerables y quienes, durante años, han venido soportando la indiferencia, la desatención y el quemeimportismo de los gobiernos de turno, manteniéndolos completamente marginados y desprotegidos, habida cuenta de que, durante sus largos años de productividad, contribuyeron estoicamente, con sus aportes, a la vida y sostenimiento del IESS. Es justo, entonces, que sean atendidos en forma prioritaria y urgente, mejorando sustancialmente los servicios de salud y, sobre todo, incrementando sustancialmente  sus escuálidas pensiones jubilares, que permanecen congeladas desde hace mucho tiempo y que es hoy, en el ocaso de sus vidas,  cuando más lo necesitan.

Seamos más gratos y empáticos con  las personas que nos antecedieron tratando, en lo posible, de que estos ancianos gocen, al menos en sus últimos años, de una vida digna.

Fabiola Carrera Alemán